Sabes que tienes mil razones para desilusionarte,
pero querría gritarte que hay otras miles para esperar.
Jesús veía la falsedad de su entrada en Jerusalén,
pero nunca se detuvo para salvarte.
Mira y acoge en tu corazón,
con el ramo de olivos o palmas,
la gloria del Señor en ti.
Hoy hay miles de flores que nacen
en las voces de los niños.
Son brotes de esperanza
para corazones ya marchitos.
Mira y vive la entrada de Jesús,
victoria para su aparente fracaso.
Entrada en un burro sencillo,
y salida el domingo siguiente
con su cuerpo Resucutado,
glorioso y enaltecido.
pero querría gritarte que hay otras miles para esperar.
Jesús veía la falsedad de su entrada en Jerusalén,
pero nunca se detuvo para salvarte.
Mira y acoge en tu corazón,
con el ramo de olivos o palmas,
la gloria del Señor en ti.
Hoy hay miles de flores que nacen
en las voces de los niños.
Son brotes de esperanza
para corazones ya marchitos.
Mira y vive la entrada de Jesús,
victoria para su aparente fracaso.
Entrada en un burro sencillo,
y salida el domingo siguiente
con su cuerpo Resucutado,
glorioso y enaltecido.
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